Architecture as appetizer

Retina House

In this accelerated world, there are still old landscapes where the fumes of the neighboring houses become companions in winter; corners of happiness where the orchards are taken care of and it is enjoyed on the bank of the river ... Here we tell the story of a family refuge to enjoy nature and simple things; from a time machine that tenth forever retains this beautiful landscape that has not yet been changed.

In this project, the adaptation to the topography of the land is the construction of a meadow. Elements such as the garage, the raft, the walkway or the wall inclination of the background that follows and cuts the steep slope, make up a plan. And, on it, rests an autonomous rectangular volume that accommodates the minimum housing functions in a single diaphanous space; to the south, a room to be, eat and rest; and Inside the thick wall that isolates us from the north, we have the services, and the entrance.

This architectural object transforms super Relation with the environment As the seasons' progress in the riparian vegetation filter that accompanies it, but also from the Expression changing the look, enjoying the landscape protected from the sun When lifting the eyelids. And, fearful of the transience of this sober beauty, the refuge rests unstable on a ledge of the margin like an owl about to take flight with the landscape hunted in the retina.

En este mundo acelerado, aun hay paisajes antiguos donde los humos de las casas vecinas se hacen compañía en invierno; rincones de felicidad donde se cuidan los huertos y se disfruta a la orilla del río… Aquí os contamos la historia de un refugio familiar para disfrutar de la naturaleza y de las cosas sencillas; de una máquina del tiempo que desea retener para siempre este paisaje precioso que aún no ha cambiado.

En este proyecto, la adaptación a la topografía del terreno es la construcción de un prado. Elementos como el garaje, la balsa, la pasarela o el muro inclinado de fondo que sigue y corta el fuerte pendiente, configuran un plan. Y, sobre ella, reposa un volumen rectangular autónomo que acoge las mínimas funciones de vivienda en un solo espacio diáfano; a sur, una sala para estar, comer y descansar; y dentro del muro grueso que nos aísla del norte, los servicios y la entrada.

Este objeto arquitectónico transforma su relación con el entorno según avanzan las estaciones en el filtro de vegetación de ribera que la acompaña, pero también a partir de la expresión cambiando de su mirada, que disfruta del paisaje a resguardo del sol cuando levanta los párpados. Y, temeroso de la fugacidad de esta sobria belleza, el refugio descansa inestable en una repisa del margen como un búho a punto de alzar el vuelo con el paisaje cazado en la retina.